A Tres años de ser escritor...
Pasando los días en soledad descubría como poco a poco los recuerdos sobre ti se iban tatuando cada vez más en lo profundo en mi mente, y cada vez que intentaba olvidarlos mi corazón me recordaba que no había nada que olvidar, que todo lo que jamás fue tuyo ya no me pertenecía. Que a pesar de soñar cada noche que besaba tus labios, tus besos jamás saciarían mi alma, que tu cuerpo solo seria recorrido por el viento dibujando tu silueta en el espacio infinito que había entre nosotros. Que lo único que volvería a ver de ti seria tu mirada reflejada en la luna, solo podría imaginar tu rostro dibujado en las estrellas y tratar de perderme en tus ojos solo pasaría mientras viajara en los brazos de Morfeo. Ni pensar en volver a oler el dulce aroma de tu cabello pues ninguna flor emana un perfume tan sublime. Mis oídos se quedarían sordos pues no volverian a escuchar la melodía que susurrabas en silencio o el latido de tu corazón al ritmo de tus suspiros. Pero ya solo quedaba tu recuerdo y yo esperando algún día encontrar a alguien a quien volver a amar o volver a amarte sin tratar de encontrate algun día...
